martes, 15 de febrero de 2011

Leonardo - Madonna Litta

PROTOCOLO DE MANEJO DEL PACIENTE CRÍTICO CON NEUMONÍA SEVERA ASOCIADA A INFLUENZA AH1N1

protocolo NEUMONIA AH1N1 ECUADOR 6[1]

Thomas Berry Brazelton (10 de mayo de 1918, Waco, Texas -)


T. Berry Brazelton, pediatra y autor, es el fundador y antiguo director de la Unidad de Desarrollo Infantil del Hospital de Niños de Boston y el autor de la Escala de Evaluación del Comportamiento Neonatal, a menudo referido como escala de "Brazelton". Pediatra emérito de la Escuela de Medicina de Harvard, Brazelton estableció la Unidad de Desarrollo del Niño en 1972 como parte de la formación pediátrica y como centro de investigación, y fue su Director desde 1972 hasta 1989. En esa Unidad, Brazelton desarrolló la Escala de Evaluación del Comportamiento (ABNs, por sus siglas en inglés) en 1973. La ABNs utiliza estímulos visuales, auditivos y táctiles para evaluar las respuestas físicas y neurológicas de los recién nacidos, así como sus diferencias en bienestar emocional e individual. Brazelton es el autor de Bebés y Madres (1969), Lo que cada bebé sabe (1987), y Momentos Clave (1993). De 1984 a 1995, Brazelton llevó adelante el programa de televisión "Lo que cada bebé sabe."

Los Documentos de Berry Brazelton (1949-2007), son el producto de sus investigaciones, actividades administrativas como Director de la Unidad de Desarrollo del Niño en el Hospital de Boston, así como de sus actividades para niños como pediatra de práctica privada. La mayor parte de los documentos contienen investigaciones y registros administrativos de la Unidad de Desarrollo del Niño durante el periodo de Brazelton como director. También se incluyen las conferencias, discursos, notas y escritos sobre temas de crianza y desarrollo infantil, y correspondencia escrita a Brazelton de parte de usuarios que buscaban consejos sobre la crianza de niños y registros audiovisuales de sus programas de televisión, así como apariciones en televisión y discursos.

domingo, 6 de febrero de 2011

Opinión...

Quien cree saber mucho...

Vicente Albornoz Guarderas
Diario EL COMERCIO, domingo 06/febrero/2011

Érase un gobierno de iluminados. Tan iluminados que creían saber todo, conocer todo y entender todo. Pero resultó que no eran tan brillantes. Hasta sin luz se quedaron por un tiempo.

Resulta que eran bastante desubicados, aunque tenían buenas ideas. Es más, si se hubieran quedado en el mundo de las “lluvias de ideas”, les hubiera ido bien. Pero cometieron el error de ir al mundo real, en el que las buenas ideas no escasean. Lo que escasea es quien las ejecute. Ideólogos, idealistas e ideologizados sobran. Faltan ejecutivos y ejecutores.

Y tuvieron la excelente idea de desaparecer todos los costos por atención médica. Gran idea, solidaria, pero muy compleja de llevar a cabo.

Llevada al mundo real esa gran idea tiene serios problemas de implementación. El primero es que existe una cosa abstracta, pero muy real, que se llama ‘demanda’ y cuando el precio de algo baja, la demanda crece. Si el precio baja a cero, la demanda puede crecer mucho. Esa relación entre precio y demanda (algo que se estudia en una materia conocida como ‘Introducción básica de economía para no economistas’) se les escapó a estos iluminados y la demanda se disparó, los hospitales se llenaron, las colas crecieron, los tiempos de espera se agigantaron y los recursos se volvieron muy escasos.

Claro que si hubieran previsto este disparo en la demanda, muchas cosas se podrían haber hecho. Por ejemplo implementar sistemas de referenciación entre subcentros y centros de salud, hospitales pequeños y hospitales grandes. En este momento, dada la avalancha de pacientes, es complejo priorizar la atención que se da en un gran hospital a quien tiene un simple dolor de cabeza o a quien sufre de un tumor maligno, cuando lo lógico sería que el primer paciente reciba una aspirina en el subcentro de salud y que el segundo paciente tenga una atención urgente en el gran hospital.

Y, si las cosas se hubieran hecho bien, el gran hospital no debería estar sobrecargado, porque el subcentro filtró los casos sencillos. Y el centro de salud los casos intermedios y el hospital pequeño los casos algo más complejos.

Los ya mencionados iluminados creyeron que podían, desde la cómoda elegancia de sus renovadas oficinas, planificar la economía de todo un país. E hicieron presupuestos, planes, causais, sumags... y vivieron bien. Pero en un Presupuesto General del Estado aprobado en noviembre ‘se les pasó’ que en enero les iba a faltar un montón de plata para cubrir la creciente demanda que ellos mismos desataron en el sector de salud. La ‘iluminación’ no les alcanzó para predecir una grave crisis dos meses más tarde.

Y cuando quisieron subir impuestos para paliar la emergencia, les dijeron que no, porque no se sube impuestos en época de consultas populares.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Las estadísticas de enero del 2011


No nos fue tan bien. Nacieron muchos niños en extremo pequeños e inmaduros que realizaron una muy mala transición intra-extrauterina y que ni siquiera llegaron a hospitalizarse.