Vivien Thomas en su Laboratorio
de Experimentación Animal
Vivien Thomas como Director de los Laboratorios de Investigación Quirúrgica
Alfred Blalock
Helen Taussig
Vivien Theodore Thomas (29 agosto
del 1910 - 26 noviembre de 1985) fue un técnico quirúrgico afroamericano que
desarrolló los procedimientos usados para tratar lo que se llamaba el síndrome
de los bebés azules en la década de los 40 del siglo pasado. Thomas era el
asistente del cirujano Alfred Blalock en su Laboratorio de Experimentación
Animal en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee y, más tarde, en
la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland. Se desempeñó como
supervisor de las prácticas de cirugía de la Universidad Johns Hopkins por 35
años.
Sin ningún tipo de educación formal,
después de haber terminado la secundaria, Vivien Thomas superó el lastre de la
pobreza y del racismo para convertirse en un pionero de la cirugía cardíaca y en
un maestro de las técnicas operatorias que siguieron muchos de los cirujanos
más prominentes de los Estados Unidos. Fue el primer afroamericano que, sin un
doctorado, realizó una cirugía a corazón abierto en un paciente blanco en ese
país.
Primeros años de vida:
Thomas nació en New Iberia,
Louisiana. Nieto de un esclavo, asistió a la Pearl High School en Nashville, Tenesee,
en la década de 1920. Tenía la esperanza de asistir a la universidad y
convertirse en médico pero la Gran Depresión desbarató sus planes. Trabajó como
carpintero en la Universidad de Vanderbilt en el verano de 1929 pero fue despedido
en ese otoño aunque ya se había se casado (con Clara Flandes con la que tuvo
dos hijas). Luego de la caída de la bolsa, en octubre de ese año, Thomas pospuso
indefinidamente sus planes educativos. En febrero de 1930, a través de un
amigo, consiguió trabajo como técnico de investigación quirúrgica con el Dr.
Alfred Blalock en la Universidad de Vanderbilt. En su primer día de trabajo,
Thomas asistió a éste en un experimento quirúrgico con un perro. Al finalizar, Blalock le dijo que iban a hacer otro a la
mañana siguiente. En unas semanas, Thomas ya estaba realizando los procesos
quirúrgicos experimentales por su cuenta. Nueve meses después, los bancos de
Nashville quebraron, la Gran Depresión se profundizó, sus ahorros se
pulverizaron y abandonó definitivamente sus planes para ir a la universidad y a
la escuela de medicina, aliviado, al menos, de tener un trabajo (mal pagado). Aunque
constaba en la nómina de la Universidad como portero y se le pagaba como tal, en
realidad, a mediados de la década de 1930, estaba haciendo el trabajo de un
investigador postdoctoral en el laboratorio.
El trabajo con Blalock:
Thomas y Blalock innovaron la investigación
sobre las causas hemorrágicas del choque traumático y su trabajo salvó la vida
de miles de soldados en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En
cientos de experimentos, los dos refutaron las tradicionales teorías que
sostenían que el choque era causado por toxinas en la sangre. Blalock, un
pensador científico altamente original y algo iconoclasta, había teorizado que
el choque se debía a la pérdida de líquidos fuera del lecho vascular y que la
condición podía ser tratada eficazmente mediante su reposición. Asistido por
Thomas, fue capaz de aportar pruebas irrefutables de su teoría y, al hacerlo,
ganó un amplio reconocimiento en la comunidad médica a mediados de la década de
1930. Por el mismo tiempo, Blalock y Thomas empezaron sus trabajos experimentales
en cirugía vascular y cardiaca desafiando todos los tabúes existentes. Esta
labor sentó las bases de las revolucionarias cirugías que tantas vidas iban a
salvar y que se iban a realizar en la Universidad Johns Hopkins una década
después.
Trabajando en Johns Hopkins:
En 1940, el trabajo que Blalock
había hecho con Thomas lo colocó a la vanguardia de la cirugía norteamericana y,
cuando se le ofreció el cargo de Jefe de Cirugía en su Alma Mater, la
Universidad Johns Hopkins en 1941, pidió a Thomas que lo acompañara. Thomas
llegó a Baltimore con su familia en junio de ese año, enfrentando una severa
escasez de vivienda y un nivel de racismo peor de lo que habían soportado en
Nashville. En la Hopkins, como en el resto de Baltimore, fue rígidamente
segregado ya que los únicos empleados negros de la institución eran conserjes.
Cuando Thomas caminaba por los pasillos, en su bata blanca de laboratorio,
muchas cabezas se volvían a mirarlo con asombro.
El síndrome del bebé azul:
En 1943, mientras llevaba adelante
su investigación relacionada con el choque, Blalock fue abordado por la
reconocida cardióloga pediatra Helen Taussig que buscaba una solución
quirúrgica para el corazón afectado por cuatro complejas anomalías llamado
tetralogía de Fallot (también conocido como síndrome del bebé azul, aunque igualmente
otras malformaciones cardiacas producen cianosis o coloración azulada). En los
bebés nacidos con este defecto, la sangre se desvía fuera de los pulmones lo
que produce su desoxigenación y una palidez de tono azul. Después de haber
tratado a muchos de estos pacientes en su trabajo en la Hopkins's Harriet Lane Home, Taussig
estaba desesperada por encontrar una cura quirúrgica. Tal como lo cuenta Thomas
en una entrevista con el historiador médico Peter Olch en 1967 y en su autobiografía
de 1985, Taussig sugirió que quizás sería posible "volver a conectar las
tuberías" para, de alguna manera, aumentar el flujo sanguíneo hacia los
pulmones pero no sugirió cómo podría lograrse esto. Blalock y Thomas se dieron
cuenta de inmediato que la respuesta estaba en un procedimiento que habían
perfeccionado para un propósito diferente en su trabajo en Vanderbilt que
implicaba la anastomosis de la arteria subclavia a la arteria pulmonar lo que
tenía el efecto de aumentar el flujo de sangre en los pulmones. Thomas fue encargado
de la tarea de crear primero una condición semejante a la de los bebés azules
en un perro y, luego, corregirla por medio de la anastomosis pulmonar a la subclavia.
Entre los perros que Thomas operó hubo una, llamada Anna, que se convirtió en
el primer sobreviviente a largo plazo y en el único animal que tiene su retrato
colgado en las paredes de Johns Hopkins. En casi dos años de trabajo de
laboratorio, en el que participaron unos 200 perros, Thomas finalmente fue capaz
de replicar sólo dos de las cuatro anomalías cardíacas implicadas en la
tetralogía de Fallot pero demostró que el procedimiento correctivo no era
letal, por lo tanto pudo persuadir a Blalock de que la operación podría
intentarse con seguridad en un paciente humano. A pesar del conocimiento que
había acumulado, a Thomas no se le permitió operar pacientes en ese momento y él,
siguiendo las reglas de Blalock, le ayudó durante la cirugía.
La cirugía decisiva:
El 29 de noviembre de 1944, el
procedimiento se intentó por primera vez en una niña de dieciocho meses de edad
llamada Eileen Saxon. El síndrome había tornado sus labios y dedos muy azules y
tenía el resto de su piel con un muy tenue tinte azulado. Ella únicamente podía dar
unos pocos pasos porque tan sólo eso le hacía respirar con dificultad. Debido a que en
esa época no existían instrumentos para cirugía cardiaca, Thomas adaptó para el
procedimiento las agujas y abrazaderas de las que usaba en el laboratorio
animal. Durante la cirugía en sí, a petición de Blalock, Thomas se puso de pie
en un taburete por sobre su hombro y dirigió paso a paso el procedimiento. Thomas
había realizado esa operación cientos de veces en perros y Blalock solamente estuvo
una vez como su asistente. La cirugía no fue un éxito completo, aunque prologó la
vida de la niña durante varios meses. Blalock y su equipo operaron de nuevo a
una niña de once años de edad, esta vez con éxito, y la paciente fue capaz de
salir del hospital tres semanas después de la cirugía. A continuación, se
volvió a utilizar el procedimiento en un niño de seis años de edad, quien
recuperó dramáticamente su color al finalizar la cirugía. Los tres casos fueron
la base del artículo que fue publicado en la edición de mayo de 1945 del Journal of the American Medical
Association, dando crédito únicamente a Blalock y a Taussig por el
procedimiento sin que Thomas haya sido siquiera mencionado.
Las noticias relacionadas con
este histórico evento se distribuyeron rápidamente en todo el mundo lo que
elevó el prestigio de la Johns Hopkins y solidificó la reputación de Blalock
quien, hasta ese momento, había sido considerado como un rebelde por algunos
miembros de la vieja guardia científica. La contribución de Thomas, en cambio, permaneció
inédita. A partir de su primera realización, en el plazo de un año, la
operación que empezó a conocerse como shunt
de Blalock-Taussig ya se había realizado en más de 200 pacientes en Johns Hopkins
en niños cuyos padres los llevaban desde miles de kilómetros de distancia.
Las técnicas quirúrgicas de
Thomas incluyeron una que desarrolló en 1946 para mejorar la circulación en
pacientes cuyos grandes vasos (la aorta y la arteria pulmonar) estaban
transpuestos: una compleja cirugía que se denominó septostomía auricular, realizada
de manera tan impecable por Thomas que Blalock, al examinar la línea de sutura
casi indetectable, dijo "Vivien, esto parece algo que hizo el Señor".
Thomas entrenó durante la década de 1940 a un ejército de jóvenes cirujanos para
los que se convirtió en una figura de leyenda, el modelo del cirujano de corte
diestro y eficiente. El reconocido cirujano Denton Cooley dijo a la revista
Washingtonian en 1989: "Incluso si nunca hubieras visto antes la cirugía,
uno podría hacerla porque Vivien la hizo parecer tan simple", "No había
un movimiento en falso, ni un movimiento perdido cuando él trabajaba". Junto
con Cooley, instruyó en técnicas quirúrgicas a cirujanos como Alex Haller,
Frank Spencer, Rowena Spencer y a muchos otros que colocaron la medicina de los
Estados Unidos a la vanguardia en el mundo.
A pesar del profundo respeto que Thomas
inspiraba en estos cirujanos y en muchos técnicos del laboratorio, en Hopkins
no estaba bien remunerado y tuvo que recurrir, ocasionalmente, a trabajar como
camarero, a menudo en las fiestas de Blalock (¡!). Esto llevó a la increíble circunstancia
de que al final del día servía bebidas a la gente a la que había estado enseñando
en la mañana. Finalmente, después de muchas negociaciones hechas en su nombre
por Blalock, se convirtió en el técnico mejor pagado de la Universidad en 1946
y, con mucho, en el afroamericano de mejor sueldo en la institución.
Aunque Thomas nunca escribió o
habló públicamente acerca de su deseo de volver a la universidad y obtener un
título de médico, su viuda reveló, en una entrevista de 1987, con la escritora Katie
McCabe de la revista Washingtonian, que su marido hasta el período del bebé
azul aún se mostraba aferrado a la posibilidad de obtener una mayor educación y
que sólo había abandonado esa idea con gran renuencia. La señora Thomas declaró
que en 1947 Vivien estaba investigado la posibilidad de matricularse en la
universidad y perseguir su sueño de convertirse en médico pero había sido
disuadido por la inflexibilidad de la Universidad Estatal Morgan que se negó a
concederle créditos por experiencia de vida e insistió en que tenía que cumplir
los requisitos estándares del primer año. Al darse cuenta de que estaría por cumplir
los 50 años de edad para el momento en que terminase la universidad y la
escuela de medicina, Thomas decidió abandonar la idea de la educación superior.
Relaciones con Blalock:
A lo largo de su asociación
durante 34 años, el enfoque que dio Blalock a la cuestión de la raza de Thomas
fue complicado y contradictorio. Por un lado, defendió su elección ante sus
superiores en Vanderbilt y ante sus colegas en Hopkins, e insistió en que
Thomas lo acompañase en la sala de operaciones durante la primera serie de
procedimientos para tratar la tetralogía de Fallot. Por el otro, parecía tener
límites en su tolerancia, sobre todo cuando se trataba de cuestiones de
remuneración, reconocimiento académico y en su interacción social fuera del
trabajo.
Tras la muerte de Blalock por
cáncer en 1964, a la edad de 65 años, Thomas se quedó en Hopkins 15
años más. En su papel de director de los Laboratorios de Investigación
Quirúrgica, fue el mentor de una serie de técnicos de laboratorio afroamericanos,
así como del primer médico residente de raza negra de Cirugía del Hopkins, el Dr.
Levi Watkins, Jr., a quien Thomas ayudó con su trabajo pionero en el uso del
desfibrilador automático implantable.
Su sobrino, Koco Eaton, se graduó
en la Escuela de Medicina de Johns Hopkins y fue alumno de muchos de los
médicos que su tío había entrenado antes. Eaton se especializó en ortopedia y
ahora es el médico del equipo de béisbol profesional Rays de Tampa Bay.
Reconocimiento Institucional:
En 1968, los cirujanos que Thomas
había adiestrado -que entonces se habían convertido en jefes de sus
Departamentos Quirúrgicos a través de todos los Estados Unidos- encargaron la
pintura de su retrato (un óleo sobre lienzo realizado por Bob Gee en 1969) y se
dispuso que éste se cuelgue al lado del retrato de Blalock en el vestíbulo del
Edificio Alfred Blalock de Ciencias Clínicas.
En 1976, la Universidad Johns
Hopkins le concedió un Doctorado Honoris Causa pero, debido a ciertas
restricciones, por increíble que parezca, recibió un Doctorado Honoris Causa en
Derecho, en lugar de un Doctorado en Medicina, pero al menos esto permitió que
el personal y los estudiantes de la Escuela de Medicina y del Hospital Johns
Hopkins lo pudiesen llamar doctor. Después
de haber trabajado por 37 años, Thomas también fue nombrado por la Facultad de
la Escuela de Medicina como Instructor de Cirugía.
En julio del 2005, la Escuela de
Medicina de Johns Hopkins comenzó la práctica de dividir a los estudiantes de
primer año entrantes en cuatro universidades; cada una llevando el nombre de
famosos miembros de la facultad que tuvieron un gran impacto en la historia de
la medicina. Thomas fue elegido como uno de los cuatro junto con Helen Taussig,
Florencia Sabin y Daniel Nathans.
Legado:
Después de su retiro en 1979,
Thomas comenzó a trabajar en una autobiografía. Murió de cáncer de páncreas el
26 de noviembre de 1985 y su libro fue publicado apenas unos días después. Luego de haber conocido de cerca a Thomas hasta poco antes de su muerte, la
escritora Katie McCabe llevó su historia hacia la atención del gran público por
primera vez en un artículo de 1989 titulado "Like Something the Lord Made" que
ganó el National Magazine Award de 1990 y que inspiró al cineasta Andrea Kalin
para realizar el documental de PBS "Partners of the Heart", que fue
transmitido en el 2003 en American Experience de PBS y ganó el Premio Erik Barnouw
de Historiadores Americanos para Mejor Documental Histórico en el 2004. El
artículo de McCabe, inspiró la película para televisión de la cadena HBO titulada
"Like Something the Lord
Made".
El legado de Thomas como educador
y científico continuó con la instauración de los Premios Vivien Thomas para Investigadores
Jóvenes, propuesta por el Consejo de Cirugía Cardiovascular y Anestesiología y
que se otorgan desde 1996. En 1993, la Congressional Black Caucus Foundation instituyó la Beca Vivien
Thomas para la Ciencia y la Investigación Médica patrocinada por Glaxo Smith Kline.
En el otoño del 2004, el Sistema de Escuelas Públicas de la Ciudad de Baltimore
abrió la Academia Vivien T. Thomas de Artes Médicas.
Quienes deseen profundizar en la historia social del epónimo Blalock-Taussig-Thomas pueden descargar este documento: https://mega.co.nz/#!k9EjQS6Y!h_6W1TiZkvQYnQnH-7yz0UNOb5NDOLQf4fN437iHHgA