Klebsiella pneumoniae, Enterobacter cloacae, a cualquiera de ellos se les puede hechar la culpa. Son inocentes. Las responsabilidades están en los procesos administrativos (y, tal vez, en sus gestores) y en la falta de recursos económicos que dificulta o impide la provisión de insumos, entidades éstas más peligrosas que cualquier germen multiresistente.